Cuando los docentes piden trabajos que requieren el esfuerzo personal de redacción de los estudiantes suelen encontrarse con producciones escritas que delatan una antigua práctica: copiarse o plagiar. La herramienta tecnológica le ha sumado el "pegar" a una acción que tiene tantos años como la escritura.
Ésta práctica no sólo se ve en el que estudia. Suele ser una práctica del que enseña. En las aulas es común estar parrafraseando a un autor, sin decir que en realidad no se hace más que comentar las ideas de otros. En ésto los más honestos en el orden intelectual fueron los medievales que instrumentaron la "lectio". Los denostadores de éste método - los modernistas - en nombre de la "originalidad intelectual", muchas veces, no hicieron mas que ocultar las fuentes de sus reflexiones.
Subyace en esta práctica una cuestión ética profunda que pone en juego el principio de honestidad intelectual. Y estimo que también debemos volver , en este caso, a la humildad. como una de las condiciones necesarias del que enseña. Si hay alguien que antes dijo o escribió algo tal como yo lo diría o escribiría: basta con hacerlo propio y decir quien es el autor.
Para pensar esta práctica del copiar y pegar te invito a leer:
Preocupación en las aulas / Engaño o falta de conocimientos Copiar y pegar,
Los docentes aprenden a detectar textos sacados de la Web y presentados como propios
lanacion.com Cultura Domingo 31 de mayo de 2009