viernes, 29 de febrero de 2008

El lunes comienzan los niños y adolescentes


El lector
Pasión por enseñar

Por Mex Urtizberea


LANACION.com | Opinión | Viernes 29 de febrero de 2008

jueves, 21 de febrero de 2008

¡Llegó el tiempo de estudiar!

- No estudié porque no tuve tiempo - .- ¡Cuántas veces hemos recurrido a ésta expresión y, probablemente, recurriremos en el futuro!. Es que "el tiempo", se nos manifiesta como una variable fundamental en el análisis de toda situación de enseñanza - aprendizaje. Seguramente volveremos sobre este tema con asiduidad. Pero en este primera entrada queremos ayudarte a enfocar el problema desde otra perspectiva distinta a la perspectiva del "tener".
Trata de no "cosificar" el tiempo, como algo que se tiene, y procura hacer el esfuerzo por personalizar el problema, y considerar que, en realidad, somos temporales; somos personas temporales; soy una persona temporal. Puede ser un primer paso para reconocer los propios límites, y comenzar a organizar nuestro estudio de forma personificante.
Nuestro ser temporal nos pone ante la pregunta: ¿cuándo estudio?. La primera respuesta general ha de ser: en todo momento. Para el/la futuro psicopedagogo/a cada instante vital abre la puerta de una situación de enseñanza-aprendizaje. De allí la importancia de ir formando nuestra capacidad de escucha permanente "aprender a escuchar, y sobre todo escuchar a quienquiera que sea...un sinúmero de verdades circulan en las conversaciones mas sencillas...En cada hombre está todo el hombre, y una profunda iniciación puede venirnos de ello...en lugar de mezclarse, el gran observador se reserva, conserva su independencia, se eleva, y la vida mas humilde se le aparece como un gran espectáculo..."(1), para aprender mejor.
La segunda respuesta general ha de ser: en los momentos que personalizando mi existencia encuentro que crezco en comunidad con eficacia formativa.
Esta segunda respuesta nos pone ante la necesidad de organizar nuestra temporalidad. Pensar, reflexionar, qué momentos en mi vida son mas fructíferos para el estudio, y una vez identificados realizar un primer esbozo de plan de estudio, de caracter semanal, que:
1) se adapte a las características de mi personalidad: pensar cuáles son mis mejores aptitudes para el estudio, qué asignaturas me resultan mas agradables, cuáles mas "insufribles", cuáles mas difíciles, etc.
2)sea realista y realizable: calcular qué momentos dispongo para dedicar plenamente al estudio, cómo controlor mis entusiasmos pasajeros y mis decepciones periódicas; a quién recurrir en los desánimos o cuando no entiendo algo...
3)sea flexible: siempre habrá diferencias entre lo que te propongas al comenzar y lo que consigas realmente; la flexibilidad nos lleva a acercar periodicamente esas diferencias.
4)sea equilibrado: que contemple desde las actividades necesarias cotidianamente (comer, bañarse, vestirse, descansar, etc.), los momentos de esparcimiento y diversión (necesarios); los tiempos laborales (en caso de trabajar); los que debo dedicar a mis relaciones familiares y sociales; y las actividades de estudio propiamente dichas. Todas son realidades necesarias en la vida de un estudiante (no pueden faltar); la meta ha de ser lograr un dominio voluntario sobre ellas, para evitar ser dominado por el activismo.-
5) sea habitual: esto significa que contenga hábitos virtuosos cotidianos; por ejemplo, para determinadas actividades son necesarias las rutinas en el estudio: vgr. tratar de comenzar a estudiar todos los días o día por medio a la misma hora; determinados días de la semana levantarse siempre a tal hora, etc. El hábito se adquiere plenamente cuando ya no nos cuesta realizar lo que en un principio nos costaba mucho esfuerzo.
Con relación a la personificación de los tiempos de pleno estudio se sugiere, en general, dividir los momentos de estudio con períodos de descanso breves ( 40 x 5/10 minutos, por ejemplo); alternar el estudio de asignaturas mas difíciles con las que me resultan mas fáciles; comenzar a preparar las instancias evaluativas parciales con suficiente antelación; revisar periodicamente las metas que me haya propuesto y hacer los ajustes necesarios; repasar mentalmente, aunque mas no sea dos o tres ideas clave, antes de dormir.-(2)
Nuestra temporalidad a veces nos sorprende; y para que la sorpresa no nos paralice es bueno siempre tener a mano un cuaderno, una libretita con notas, usar el teléfono celular para anotar una idea que aparezca repentinamente; un agendita en la mesita de luz. Una buena idea, no sabemos cuando aparecerá, pero organiza nuestro tiempo, no perderla de vista, cual estrella fugaz, puede llegar a hacernos cumplir nuestros anhelos y deseos.
Esperamos, a partir de aquí, que nos hagas llegar tus inquietudes, respecto a la organización del tiempo de estudio y así podamos ayudarte, para que alcances los logros propuestos en este año. Por ahora nos despedimos con algo que se atribuye a Santo Tomás de Aquino: "Ingressum instruas - Progressum custodias - Egressum impleas", que puede traducirse como "Vela cuando comienzas a estudiar; vigila tus progresos; realiza tus frutos".


(1) Sertillanges, La vida intelectual, Club de lectores, Bs.As., 1981, pags. 92 y ss.
(2)Carrasco, José B., Cómo aprender mejor, Edic Rialp S.A., Madrid, 1995, pags. 27 y ss.

domingo, 10 de febrero de 2008

Adolescentes hoy

Una conducta que se extiende
Les gusta exhibirse y sentirse admirados por sus pares
LANACION.com Ciencia/Salud Domingo 10 de febrero de 2008