viernes, 28 de enero de 2011

Santo Tomás de Aquino

La tradición de encontrarle a cada jornada una significación particular se remonta a las mas antiguas civilizaciones. Son de los mas variados los testimonios que nos ofrecen los estudiosos de los pueblos de todas las épocas, mediante los cuales nos ponen de manifiesto que cuando el hombre se piensa en su temporalidad descubre un sentido sacro a su jornada.
Desde los nombres que se le han puesto a los días o a los meses, o hasta la forma en que cada pueblo o comunidad ha cronometrado su existencia, se revisten de un sentido sagrado. En la medida que los pueblos mas poderosos fueron construyendo sus Imperios también impusieron a otros sus formas sagradas de vivir los tiempos. 
Quienes hemos recibido la Gracia de la prédica del Evangelio, también con ello recibimos variadas formas de entender nuestra temporalidad. Una de esas formas ha sido la de ligar cada jornada a otra persona que  vivió en su época comprometida con los valores del Evangelio, de tal manera que se reconoce esa vida como un modelo a imitar. Por haber vivido de una manera ejemplar, sus comunidades de origen reclaman para ellos una dignidad singular y luego de un procedimiento legal  - que se rige por el Derecho Canónico - son reconocidos publicamente por la autoridad de la Iglesia como Santos. 
Unir la persona de un Santo a una determinada jornada es también, de alguna manera, una forma de recordar   que el Tiempo es Sagrado. En la medida que nuestra jornada se desacraliza, suele estar cada vez más "llena" de cosas, "llena" de distracciones, "llena" de diversiones, etc., mas - a la vez - cada vez mas vacía del encuentro interpersonal, vacía de valiosas tracciones, vacía de buenas versiones, etc.
Así cada 28 de enero recordamos a Santo Tomás de Aquino, entre otros santos.
Como sucede con las grandes personalidades, los Santos - y en esto se asemejan a la Persona de Jesús - se convierten en signos de contradicción. Tanto durante su vida terrenal, como durante su proceso de canonización y aún después de su reconocimiento como santos, se encuentran adherentes y detractores de su persona y su vida. Tal vez la persona de Santo Tomás de Aquino sea una de esas en las que esta característica de ser signo de contradicción, mas se note. Quien se pone en comunicación con su vida y su obra, no sale igual que antes de ese encuentro. 
Quizás podamos preguntarnos hoy cómo se vive ese encuentro con la persona de quien lleva el nombre nuestro instituto en cada una de las carreras que en él se dictan. ¿Tiene algo que decir hoy Santo Tomás de Aquino al joven o a la joven que se decide a estudiar  Psicopedagogía, Educación Física, Gastronomía o cualquiera de las otras carreras que se dictan en la institución?
Hoy en muchas partes del mundo se realizan jornadas para reflexionar sobre la vida y la obra de Santo Tomás de Aquino, ¿a vos te gustaría que en el Instituto también se realizara alguna jornada en ese sentido?
Mientras te proponemos que lo pienses y uses este espacio para aportar tu respuesta, iniciamos este 2011 en  Las Dos Alas, poniéndonos una vez mas bajo la intersección de Santo Tomás de Aquino, quien nos sigue sorprendiendo por la perennidad de su obra.
Sea también esta entrada un saludo a tod@s l@s estudiantes con quienes nos vamos a reencontrar en el Instituto y un saludo de bienvenida a cada una de las personas con quienes vamos a comenzar nuevos encuentros de aprendizaje que - esperamos - nos lleven a ser mejores en la construcción del Bien Común.