miércoles, 16 de enero de 2008

Mi lugar , tu lugar , nuestro lugar

Espacio y tiempo son dos variables inseparables a las que debemos atender necesariamente para la comprensión de cualquier situación de enseñanza y aprendizaje. Hoy quiero ayudarte a pensar en una de ellas: el lugar de aprendizaje. La pregunta ¿dónde aprendo?, requiere de una respuesta personal y para ello es necesario atender a la experiencia de los demás.
En primer término nos debe quedar claro que aprendemos allí donde voluntariamente decidimos aprender, en este sentido, todo lugar se nos presenta como un espacio de aprendizaje. "Lo que interesa ... es comprender que la verdad está en todas partes, y que delante de tí pasa una corriente contínua que puede activar tu alma. La sabiduría grita en las calles, dice la Biblia, levanta su voz en las plazas, predica en los barrios populares, en las puertas de la ciudad hace oír sus palabras... (Cfr. Prov. 1, 20-24)... Las ideas están dentro de los hechos, en las conversaciones, en los acontecimientos, en los espectáculos, en las visitas, en la charlas , en las lecturas, aún en las mas sencillas... Un gran pensamiento puede nacer a propósito de cualquier hecho. En toda contemplación, aún cuando fuera de una mosca o nube que pasa, existe oportunidad de reflexiones sin fin. Hasta el menor rayo de luz nos conduce hacia el sol... y esas riquezas podemos captarlas siempre que estemos dispuesto para ello...". (1)
En segundo término, es necesario distinguir entre aquellos lugares privilegiados por mi atención para aprender y aquellos otros que son preparados expresamente para provocar, motivar, estimular, situaciones de aprendizaje. En este sentido debes esforzarte, como estudiante, por encontrar "tu" lugar de aprendizaje, estar abierto al lugar de los demás y así se va construyendo "nuestro" lugar de aprendizaje. Esto no se improvisa, requiere preparación. Mas abajo encontrarás algunas cuestiones prácticas, mientras tanto trata de reponderte: ¿cuál es mi lugar de estudio en casa, en mi departamento?; ¿cómo es?. Ensaya una descripción del lugar y trata de distinguir qué cosas de las que allí encuentras te ayudan a aprender mejor. Este ejercicio, estar atenta a estos detalles, te ayudará a introducirte en tu tarea como futura psicopedagoga.
Hecho esto confróntalo con esta reflexión: "La preparación del trabajo implica una morada y, mas aún, una atmósfera. Creo que el primer cuidado, en este sentido, debe ser el de encontrar un refugio , un rincón, un escondrijo, y esto puede obtenerse hasta en prisión. Ordenar tu lugar, elegir una habitación tal que todo en ella sea calma e incitación. Si está arreglada con lujo, que no sea a expensas de la sobriedad. Si en la pobreza, que sea una pobreza plena de símbolos. No toleres cerca de tí, aconsejaba Ruskin, nada que no te sea útil o que no encuentres bello..." (2)
No dejes de pensar, mirar, observar, embellecer, "tu" lugar de estudio, y en la medida que vayamos construyendo "nuestro" lugar de estudio será muy bueno que también compartas con nosotros qué cosas de los que en esos lugares encuentras te ayudan a aprender y qué cosas obstaculizan tu aprendizaje. Los comentarios en esta entrada pueden ser un lugar para ello.
En tanto decíamos mas arriba que el lugar expresamente dispuesto para aprender, no debe improvisarse, ¿en qué te debes fijar, a qué debes atender para "diagnosticar" acerca de "tu" lugar de estudio?. La mayoría de los especialistas en educación hacen referencia a algunos aspectos estructurales claves, tales como: iluminación, niveles de ruido y bullicio, acceso a los materiales de estudio, espacio en la mesa de estudio, acceso a objetos queridos estimulantes del estudio, etc.
He aquí algunos consejos que puedes tener en cuenta:
"...Es cierto que hay estudiantes que son capaces de estudiar o trabajar en cualquier sitio, pero esto no es lo usual. En general para que el estudio sea eficaz, se precisan unas condiciones que pueden resumirse así:
a)Contar con una habitación o un lugar definido, siempre el mismo, para estudiar en silencio, lejos de ruidos conversaciones, televisión...que el lugar de estudio sea algo íntimo, personal, al que le tomes verdadero cariño...Puede ser un rincón pequeño pero agradable, con tus recuerdos y cosas queridas: posters, fotos,... Cuando se comparte la habitación hay que tratar de acordar distintos períodos de estudio entre los interesados...
b) Un lugar cómodo de estudio, con una mesa amplia, lisa, no muy baja... Encima de la mesa debes tener todo cuanto necesites...y sólo lo que necesites... preparar todo el material que necesites y ponerlo al alcance facil de la mano...La silla de trabajo debe ser cómoda diseñada de tal forma que mantenga la espalda recta...
c) Una iluminación suficiente, no escasa o excesiva porque produce fatiga. Lo mejor es la luz natural, pero que no sea directa del sol...
d) ...el frío y el calor excesivos dificultan la atención...
e) Suficiente ventilación que impida una atmósfera cargada..." (3).
Estos son algunos aspectos que ayudan a que "tu" lugar de estudio favorezca tu aprendizaje. Pero además, tu experiencia de estudiante hasta hoy ha de colaborar con el enunciado de estas condiciones. Usa los comentarios a esta entrada para agregar cuáles son las condiciones de "tu" lugar de estudio que te favorecen para aprender mejor. Elije preferentemente aquellas que consideres que pueden serles útiles a otros estudiantes que, como vos, se preguntan: ¿dónde aprendo mejor?.
Por lo demás no te olvides que en el Instituto hay jóvenes como vos que están estudiando la carrera de Diseño de Interiores. Ellos y los docentes de la carrera pueden orientarte y decirte cómo puede ser un ambiente que favorezca el estudio.
Mientras realizás alguno de los ejercicios aquí propuestos no dejes de pensar en tantos niños, adolescentes o jóvenes que no tienen un lugar específico para aprender: aquellos que viven en situaciones de hacinamiento; aquellos que viven en la calle; aquellos que poseen un lugar físico y las situaciones de violencia familiar les impiden utilizarlos, etc. ¿Cómo haremos cuando seamos piscopedagogos para atender a estas cuestiones?-
(1) Sertillanges, La vida intelectual, Club de lectores, Bs. As., 1981, Pag.89 y ss.
(2) J. Guitton, El trabajo intelectual, Edit. Criterio S.R.L., Bs. As, 1955, pag. 46
(3) Carrasco J. B., Cómo aprender mejor, Rialp S.A., Madrid, 1995, pag. 23 y ss.

sábado, 5 de enero de 2008

Para volar alto


Cuando los deportistas se inscriben para participar en un campeonato, tratan de asegurarse de llegar a la fecha de inicio en buenas condiciones. Realizan lo que se llama habitualmente una pre-temporada. Acá en el Instituto pueden ilustrarte mejor al respecto, quienes cursan la carrera de Profesorado de Educación Física. Nosotros también tenemos un tiempo de pre-temporada para iniciarnos en nuestra carrera de grado: el curso inicial dio comienzo a ese tiempo preparatorio, y nos ha permitido empezar a conocernos en nuestras potencialidades y debilidades.

Desde este lugar , nos proponemos pensar juntos acerca de algunas actitudes, condiciones, mas propiamente hablando, virtudes , que consideramos necesarias tener presente para que nuestros encuentros se correspondan con el nombre de perspectiva pedagógica didáctica, que los identifica. Concretamente hoy consideramos la primera y más básica de las virtudes de todo psicopedagogo: LA HUMILDAD.-

Un gran pedagogo, David Isaacs, en su bello libro "La educación de las virtudes humanas", nos da una pista clara para ver como se manifiesta en cada persona esta virtud. Allí dice: "reconoce sus propias insuficiencias, sus cualidades y capacidades y las aprovecha para obrar el bien sin llamar la atención ni requerir el aplauso ajeno"(1).

Al ser la humildad una virtud de raíz religiosa, tiene hoy día poca y mala prensa. Ya veremos en nuestros encuentros cuánto se le debe al gran filósofo Nietzsche este enfoque. Mas nos importa resaltar aquí que la humildad se encuentra en el ámbito de la templanza, una de las cuatro virtudes cardinales, y que su ejercicio nos relaciona con Dios y las personas de una forma sana.

Si queremos volar alto y un largo trecho vital, si queremos subir, es preciso partir bien preparados. La virtud de la humildad se asemeja a la tarea de preparar los cimientos para construir un edificio: es necesario despojar el terreno de todo lo superfluo y cavar hondo hasta encontrar suelo firme. Ese vaciamiento inicial de si mismo, es necesario en toda perspectiva pedagógico didáctica. Por sí solo no basta, pero sin él no se remonta vuelo.

Podríamos preguntarnos: ¿y si soy humilde cómo se va a notar en mí; que me va a permitir hacer si soy humilde?, ¿en qué me voy a dar cuenta en mi relación con los demás?. Sin pretender agotar estos interrogantes, que en última instancia requieren de una respuesta personal, sí podemos apuntar que la humildad nos permite:

1. Pedir consejos, estar preparado para escucharlos y poner de manifiesto así que necesitamos de los demás para aprender.

2. Dar lugar y oportunidad a que se nos corrija de nuestras faltas y errores, sin reaccionar airadamente y con enojo.

3. Pedir disculpas, pedir perdón y solicitar ayuda. La persona humilde usa habitualmente expresiones como "por favor", "gracias", etc.

4. Crear un ambiente de sana convivencia respetando al que comparte con nosotros los estudios, porque somos capaces de la escucha atenta, dejando de lado nuestros impulsos de protagonismo estelar.

5. Valorar justamente el trabajo de los demás, haciendo notar lo bueno que nos aporta y siendo capaces de señalar respetuosamente lo que es necesario enmendar o cambiar para que sea mejor.

6. Ser realistas considerándonos tal y como somos, ni mas, ni menos.

7. Crecer en la virtud de la estudiosidad, la virtud propia del estudiante. Ésta, y las virtudes de la modestia, la mansedumbre, la sobriedad, la flexibilidad, la sencillez, son todas virtudes que van conexas, caminan juntas.

Para no excedernos en esta entrada, no olvidemos considerar que será necesario evitar la "falsa humildad" de quien sabedor de que es capaz de realizar algo, se niega a realizarlo cuando los demás se lo piden, a veces con el sólo afán de que le insistan en los ruegos: "Yo no leo bien, que lea otra".

Y por último : andar por los senderos de la humildad nos costará estar atentos para evitar el vicio que se le opone: la soberbia. Alguna vez escuché decir que "los azuleños tenemos fama de soberbios". ¿Vos que pensás?. ¿Querés dejar tu comentario al respecto?.

Termino esta entrada que escribo en vacaciones recordando algo que bellemente expresó San Agustín para hacer notar a sus contemporáneos que la humildad abre el corazón del hombre a las caricias de Dios. Así escribió que "la gracia de Dios es como la lluvia fecundante. Se derrama sobre las alturas, pero se acumula en los valles. Las cumbres altivas no pueden retenerla y, entonces, el agua se seca: háganse valles, reciban la lluvia (vallem facite, imbrem suscipite), porque las llanuras se llenan de ella y reverdecen". (2)

Mientras mayor es nuestra humildad, mayor es nuestra disposición, nuestra receptividad, al amor.-

Además de las siete acciones indicadas ¿qué otras obras nos permite realizar la humildad?. Será importante que vos lo pienses y compartas tus reflexiones en los comentarios. Si conoces personas a las que quieras proponer como modelos por ser humildes, sería bueno que también lo compartas con nosotros en los comentarios.
Hasta el próximo encuentro.


(1) Isaacs, David; La educación de las virtudes humanas, EUNSA, Pamplona, pag.365

(2) San Agustín, Sermones ad populum, sermo 131,3: PL 38, 730; Sermo 175,3,3: 947; En. in ps. 141, 5: PL 37, 1836.-