sábado, 2 de julio de 2011

Hijo deseado .. Hijo real


¿Qué es un hijo antes de nacer?

Es aquello que los padres imaginan, comentan,
novelan, inventan, crean y escenifican a partir de un ideal de cada uno.


Antes de nacer el niño es una hipótesis, un proyecto, una promesa. Soporta la incógnita de lo que será. Es un proyecto ya que los padres no sólo se anticipan proyectándose en él, sino que generan sus proyectos y planes en función del nacimiento. La concreción del embarazo, se transforma en un proyecto y planificación que centraliza la vida de muchas parejas, cuya esperanza de ser padres está depositada en ellas.
El niño-hijo en su función escénica es también una promesa, no sólo de futuro y trascendencia; es también un modo de resignificar el propio espejo de los padres y abuelos.

La existencia ficcional y simbólica del hijo antes de nacer, es sostenida por los padres a través del ideal donde ellos reflejan, refractan y proyectan sus propios espejos, así se instituye un cuerpo simbólico, real e imaginario del hijo por nacer. Estas imágenes abarcan el desarrollo: se lo imaginan caminando, corriendo, saltando, hablando, cantando, leyendo, jugando, etc.

Por otro lado, el acontecimiento del nacimiento será una novedad, el niño no deja nunca de ser un descubrimiento a inventar y crear en el lazo mismo que se va constituyendo. Este lazo se produce en el encuentro y (des)encuentro entre el niño y el Otro. No se sabe cómo será, ni se puede saber anticipadamente ese mismo acto. De esta manera, al nacer, el bebé deseado y esperado se materializa en un cuerpo recién llegado y en ese encuentro entre el deseo anticipado y el recién nacido, se estructura la demanda de amor.
Pero… ¿qué sucede cuando el nacimiento cuestiona el ideal? ¿Qué acontecería si el recién venido cuestionara o pusiera en juego el ideal del yo parental?

Este es uno de los grandes problemas con los cuales se encuentran los padres y los niños a los que al nacer se les detecta alguna discapacidad neurológica, orgánica o genética. Resignificar esta problemática será siempre parte del intenso y difícil recorrido que tendrán que realizar. Es allí donde se impone la posibilidad de realizar un trabajo de duelo, destinado a anudar lo que sin querer se desliga, frente al imposible ideal con el cual hay que lidiar, recuperando, en la resignificación, la posición del hijo que había sido usurpada por la del doble (hijo ideal).


Es la pérdida del hijo ideal y, por lo tanto, su propia pérdida, la que le posibilitará a los padres reencontrarse con su hijo mas allá de la discapacidad que porta resituándolo en la genealogía, en la alianza simbólica, pudiendo situar la imagen corporal mas allá de su realidad discapacitante.
Cuando los padres reciben la noticia, se vivencian sentimientos muy intensos y afrontan una gran desorganización y transformación a nivel familiar. Pero es ALLI cuando comienza el camino del reacomodo, un camino muy largo el que hay que transitar; hay familias que quedan detenidas en el camino, otras hacen un retroceso, otras salen airosas y enriquecidas de esa situación.
Es un factor muy importante las personalidades de los padres, cómo esa familia enfrenta esa situación de adversidad, las redes de apoyo con las que cuentan, el nivel socioeconómico con el que cuenta la familia, las creencias religiosas.

Es por esto, que nosotras como estudiantes de Psicopedagogía, proponemos a las familias salir del aislamiento, hablar entre ellos de lo que les pasa, hablar de la discapacidad y de los sentimientos que ésta provoca en todos sus miembros. Ayudaría también a afrontar la situación la distribución de los roles de modo que no todo recaiga sobre uno de los integrantes y darle la oportunidad a todos de interactuar con el integrante con discapacidad.

Es importante también que cada uno tenga un espacio para lograr el desarrollo personal, y que el que posee la discapacidad no debe ser el centro de todo sino que debe ocupar un lugar de hijo, hermano, sobrino, nieto con todos los derechos y obligaciones que ello encierra.



Acuña Debora, Agosta Victoria, Catalá Fátima, Ibañez Cintia

Bibliografia utilizada:

Esteban Levin. “Discapacidad, clínica y educación”. Capitulo 1: La infancia en el otro cuerpo.

Revista Psignos. Nº 44. Entrevista a la Lic. Blanca Núñez. Págs. 4 a 7.

5 comentarios:

Rocio y Antonella dijo...

Nos parecio muy interesante este articulo y principalmente el ultimo parrafo que destaca la importancia de que cada persona debe tener su espacio y que los niños con capacidades diferentes, no por eso, dejen de tener derechos y obligaciones.
Es esencial el rol que cumplen los padres y la familia. Deben acompañar y apoyar al niño desde su nacimiento, sin aislarlo ni sobreprotegerlo

Rocio y Antonella dijo...

Nos pareció muy interesante este articulo y principalmente el ultimo párrafo que destaca la importancia de que cada persona debe tener su espacio y que los niños con capacidades diferentes, no por eso, dejen de tener derechos y obligaciones.
Es esencial el rol que cumples los padres y la familia. Deben acompañar y apoyar al niño desde su nacimiento sin aislarlo ni sobreprotegerlo.

Guadalupe y Jesica dijo...

Todas las personas imaginamos nuestro futuro, de niños nos vemos siendo grandes, deseamos formar una familia, casarnos, tener hijos, buscar lo que para cada uno nos hará felices. Pero cuando somos adultos y todo lo imaginado comienza a realizarse de manera muy diferente a lo que en realidad habíamos proyectado, es cuando nos enfrentamos con la impredecible realidad.
¿Cómo ponernos en lugar de quienes enfrentan situaciones limites como la de esperar un hijo con capacidades diferentes?
Podemos decir que tomar ese lugar no es fácil para quienes nunca lo vivieron de cerca ni lo enfrenta personalmente. Por lo que estamos de acuerdo, en que desde su lugar de padres, rompan el aislamiento, que se abran a la sociedad, que compartan sus experiencias, enseñándonos a todos nosotros a convivir en igualdad y sobre todo hacernos comprender que podríamos ser parte de su familia y que no estamos ajenos a que un día nos toque a nosotros.

Sofía Ciappina Lejarza. dijo...

Es muy interesante este articulo ya que hay veces que tenemos la posibilidad de que las cosas, los planes, los estudios, los hijos no sean como deseemos..en estas situaciones me parece que no solo tenemos que aceptar lo que nos toca vivir sino que estas situaciones nos tienen que fortalecer y tenemos que aprender de ellas porque no hay mejor aprendizaje que el que se da por la experiencia. Esta experiencia la tenemos que saber llevar y mas cuando hablamos de un hijo no tomar estas cosas como un castigo ni sufrimiento porque no lo es sino tomarlo con responsabilidad fuerza y felicidad para así poder acompañar al niño y brindarle todo lo que necesita. Nadie esta exento de que estas cosas le sucedan a uno algún día por eso debemos saber observar ayudar y aprender de las personas que si lo viven y no solo aceptar a alguien con discapacidades diferentes sino ser feliz con ellos y aprender de ellos y sus familias.

Sofía Ciappina Lejarza. dijo...

Es muy interesante este articulo ya que hay veces que tenemos la posibilidad de que las cosas, los planes, los estudios, los hijos no sean como deseemos..en estas situaciones me parece que no solo tenemos que aceptar lo que nos toca vivir sino que estas situaciones nos tienen que fortalecer y tenemos que aprender de ellas porque no hay mejor aprendizaje que el que se da por la experiencia. Esta experiencia la tenemos que saber llevar y mas cuando hablamos de un hijo no tomar estas cosas como un castigo ni sufrimiento porque no lo es sino tomarlo con responsabilidad fuerza y felicidad para así poder acompañar al niño y brindarle todo lo que necesita. Nadie esta exento de que estas cosas le sucedan a uno algún día por eso debemos saber observar ayudar y aprender de las personas que si lo viven y no solo aceptar a alguien con discapacidades diferentes sino ser feliz con ellos y aprender de ellos y sus familias.