jueves, 19 de mayo de 2011

Una nueva mirada del término DISCAPACIDAD



A lo largo de la historia, se ha hablado de la discapacidad haciendo referencia directa, a lo incompleto, a la carencia, como anunciando una falla en relación a lo completo, lo sano, lo normal. Llevando a toda la sociedad a construir un imaginario de lo que se instituye como normal, siendo este como un requisito único e indispensable para acceder al mundo, no dejando espacio para el reconocimiento “DEL OTRO” como un ser, como un semejante diferente, con derecho a hacer una vida plena y digna como cualquier otra.
Desde las sociedades antiguas, la organización de la población era arbitraria, dividida entre los válidos, todos aquellos que servían para el trabajo y con ello el desarrollo económico y social, y por otro lado los inválidos quienes no servían para tales fines, donde se encontraban los enfermos, ancianos y discapacitados.
Por lo que este prejuicio de considerar la discapacidad, como la imposibilidad de realizar diferentes actividades, es un problema de todos los tiempos, que lleva consigo la discriminación y la exclusión de estas personas, sufriendo por la mirada de la sociedad, que los priva de autoestima, más que por sus propias limitaciones.
La Organización Mundial de la Salud, en 1980, definió a la discapacidad como “toda relación o ausencia, debido a una deficiencia, de la capacidad de realizar una actividad en forma o dentro del margen que se considera normal para un ser humano”. Este concepto sitúa el problema desde una concepción médica, dejando muy poco espacio para un análisis más amplio de lo que es la discapacidad no permitiéndonos, ver más allá de la carencia es decir ver a la persona, su ser, sus potencialidades.
Por lo que en el año 2001, la O.M.S, se vió forzada ha revisar esta definición y lo hizo desde una concepción “bio-psico-social”, en donde se integran los componentes médicos y sociales. Es así que esta última clasificación contempla tanto las capacidades como las discapacidades de cada persona, para la realización de determinadas actividades y/o su participación en diferentes contextos. Desde esta nueva óptica, se considera que depende de la relación que una persona con determinada deficiencia establezca con su medio, para que esta tenga o no rango de discapacidad o minusvalía, resignificando el valor de la representación social atribuida al concepto de discapacidad.
Es importante, que toda la sociedad, pueda comprender, a que nos referimos cuando hablamos de discapacidad; no hay que atenernos a una mirada deficiente que nos habla desde lo que carecen, sino desde una mirada más amplia que nos permita ver su SER, las cosas que sí pueden hacer, más allá de la adversidad que se les presenta por ser portadores de diferentes discapacidades.
No son personas con defectos que tienen que ser excluidas de la sociedad, sino personas con capacidades a quienes se les deben reconocer los mismos derechos que todos los ciudadanos: estar incluidos en sus comunidades, tener las mismas oportunidades, los mismos deberes y las mismas obligaciones siendo tratados con dignidad y respeto.
La discapacidad a muchos incomoda y molesta, ya que los enfrenta a sus propias limitaciones, a sus temores, y a lo diferente, pero requiere, que nos adaptemos, que aceptemos la diversidad. Saber no solo ayuda a los discapacitados, sino también a los que no lo son.
Por ahora el prejuicio y la ignorancia son fuertes, pero si todos contribuimos para que deje de molestar, para que se integre a cada uno según sus posibilidades, tendremos una sociedad, infinitamente mejor, portemos o no una discapacidad.

Bibliografia.Borsani Maria José “integración educativa, diversidad, discapacidad en la escuela plural” en Novedades educativas año 2007.

Cintia, María, Paula, Romina
.

1 comentario:

sofia cordoba dijo...

Siempre se hablo de la discapacidad como la carencia y falta de relación a lo sano, la sociedad construyo con este termino un requisito para acceder al mundo y no dejaron lugar para el reconocimiento “del otro”, como un ser , como semejante diferente y de vivir una vida digna amplia satisfecha y llena de oportunidades como cualquier otro. La definición de discapacidad estubo mal empleada ya que no permitio ver al ser, a la persona y sus potencialidades, luego se reviso a esta definición desde una concepción “bio-psico-social”.
Es necesario que todos comprendamos a que nos referimos cuando hablamos de discapaidad, no hay que comprenderla desde una mirada deficiente, sino desde una mirada que nos permita ver a su ser. Esas personas tienen tantos valores y aun mejores que muchas personas que habitamos este planeta, y deben tener las mismas oportunidades y recibir amor, respeto e igualdad social.
es un texto muy interezante lleno de valores y enriquecedor del alma.


Cordoba sofia
1er año psicopedagogia.