jueves, 31 de julio de 2008

Culturas Institucionales

Editorial IIConvivencia escolar en crisis
lanacion.com | Opinión | Jueves 31 de julio de 2008

3 comentarios:

Anónimo dijo...

MAESTRO: ESA VOCACION QUE JUNTO A LA DEL MEDICO, EL SACERDOTE Y EL MILITAR SOLO SABEN DE SACRIFICIOS, ENTREGA Y SINSABORES, PERO UNO SIGUE LUCHANDO CON LA META FIJA Y LOS PRINCIPIOS (BATERIA CON LA CUAL UNO SE MUEVE)
LA MAYOR SATISFACCION QUE TENEMOS ES LA REALIZACION PLENA DE LOS CIUDADANOS Y EL CUMPLIMIENTO DEL BIEN COMUN.

Unknown dijo...

Bromas que hacen sufrir

Mientras el 99% de los chicos reconoce que tiene algún compañero del que se burlan, a los gabinetes interdisciplinarios de los colegios apenas llega el 2% de los casos

El 99% de los alumnos reconoce que tiene algún compañero en la escuela del que todos se burlan; sin embargo, apenas el 2% de este tipo de problemas llega a los equipos interdisciplinarios escolares, y cuando los docentes ya no pueden manejar la situación. La clave está en poder detectar a tiempo las relaciones conflictivas entre alumnos. “El docente debe tener un ojo avezado para darse cuenta de cuándo intervenir y cuándo pedir el apoyo de un experto”, advierte la coordinadora de la Comisión Provincial de Prevención de la Violencia Escolar, Josefina Hidalgo. Cuando esto no ocurre y se deja pasar el tiempo, se pueden producir hechos de violencia mucho más graves, como ocurrió en Corrientes, donde un chico de 12 años mató a otro de 14, porque se burlaba de él.

Síntomas de alarma
LLEGA TRISTE o malhumorado de la escuela. Hay que indagar qué pasó.

LE ROBAN O PIERDE sus cosas todos los días. Preguntar qué pasó en cada caso y averiguar si es verdad lo que dice.

SILENCIOS. El chico está callado, pierde su mirada en la nada y tiene problemas de concentración.

EVITA SALIR SOLO A LA CALLE. No quiere ir caminando al colegio, cuando antes lo hacía, o abandona actividades que antes le gustaban.

BAJA SU RENDIMIENTO escolar y se angustia mucho cuando en la casa se habla de la escuela.

NO LE GUSTA EL COLEGIO y pide que lo cambien. Los domingos por la tarde comienza a dolerle la cabeza o el estómago, como una angustia anticipatoria, porque sabe que al día siguiente deberá ver a sus compañeros.

DESCUIDA su aspecto personal. Se muestra desaliñado o no se quiere bañar.

IRRITABILIDAD. Contesta mal a los padres y hermanos.

DUERME MAL. Se queda hasta muy tarde viendo televisión, no se puede dormir, o se despierta durante la noche.

ROBA O SACA objetos de la casa para llevarlos al colegio (muchos los entregan al acosador).


En cada grado hay un chico al que toman de “punto”

Muchas veces el docente no se da cuenta de la victimización de algún alumno. Apenas el 2% de los casos llegan al Gabinete Psicológico de la Provincia, según estudio de la Facultad de Psicología...
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Insultos por computadora
Mensajes de texto y mails con insultos, intimidaciones y amenazas constituyen la nueva modalidad de acoso entre los adolescentes que manejan tecnología. El llamado ciberbullying (“ciberintimidación” ) es ya otra arista frecuente del comportamiento agresivo de los jóvenes. Se mandan fotografías, fotomontajes y videos filmados con celulares a través de mensajes de texto o mails, o los suben a los blogs. Los colegios no reconocen esto como parte de la problemática escolar. “En la mayoría de los establecimientos la computadora se usa de manera dirigida. Este tipo de acoso se hace desde la casa o desde un ciber”, explicó un directivo.
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En una escuela de la periferia de la capital tucumana, un niño de 9 años reconoce que los chicos se burlan de una compañera que llega tarde a clase porque asiste a un comedor infantil. El dato es parte de un estudio de la Facultad de Psicología de la UNT, que revela que el 99 % de los niños tiene algún compañero en su grado que es blanco de humillaciones.

“Danonino vencido”, “Jirafa humana”, “Flaca escopeta”... son algunos de los apodos que utilizan los chicos para ridiculizar al compañero. El 59% de los sobrenombres hace referencia al aspecto físico. El 13% de los apodos (que se observan en chicos de 11 y 12 años) están referidos a su sexualidad: “marica”, el más común. El 4% están referidos a nombres de políticos (“Menéndez legisladora” ) y el 9% son de orden racial (“le dicen Baltasar porque es negro” ). El 54% de los que sufren bromas pesadas son los varones.

Marta Salas, autora del proyecto, señala que los porcentajes y las tendencias no han variado. Para ella educar en la tolerancia sigue siendo una materia pendiente de la familia y de la escuela. “Los chicos pasan mucho tiempo solos por la ausencia de sus padres. La violencia aprendida de la casa produce una naturalización del maltrato y así se convierte en una construcción social”, reconoce la titular de la cátedra de Evolutiva I de la Facultad de Psicología de la UNT y directora del proyecto de investigación “Comportamientos violentos de los niños en escuelas urbanas y rurales de Tucumán”.

Salas expresa la necesidad de generar lo que llama “una pedagogía de la paz”. En la escuela Campo de las Carreras, donde se tomaron las muestras para el trabajo publicado en 2002, y que luego se fueron chequeando cada año, la Facultad dicta talleres de prevención.



Las bromas escolares pueden causar actos violentos

Apenas el 2% de los problemas que se derivan de las relaciones conflictivas entre los alumnos llega a conocimiento de los equipos interdisciplinarios de las escuelas, a pesar de que el 99% de los chicos admite que tiene algún compañero del que todos se burlan. Apodos con fuerte carga despectiva o discriminatoria, como “negro”, “villero”, “gordo”, “boliviano” y hasta “legislador” son moneda corriente entre los chicos. Los especialistas sostienen que los adultos deben estar atentos a las señales de alarma y proceder para evitar que los alumnos sean víctimas de bullying (acoso o intimidación entre pares).

Todos coinciden en que las actitudes violentas se aprenden de los mayores, y que los acosadores son niños con problemas en su vida personal. La recomendación es estar atentos al comportamiento de los chicos tímidos; si son víctimas de la violencia en las aulas, necesitan del apoyo de los padres y de los docentes para hacer frente a la situación. No debe permitirse que se sientan culpables, porque es el acosador el que está fuera de lugar.

Negro, Boliviano, Peruano, Cabeza de Chancho, Blanquito, son los apodos que más se utilizan en el curso, según dijeron Franco y Raúl, otros integrantes del grupo. Uno de ellos reconoció que le suelen decir Gordo, pero no le molesta. “Son palabras, nada más”, dijo con un gesto de que el apelativo no le importa.

Como actuar ante la agresión

LAS VICTIMAS de acoso necesitan imperiosamente sentirse apoyadas por sus padres, docentes y profesionales. Es con esta contención que ellas podrán hacer frente a sus acosadores. Por eso es importante que se escuche al niño y se lo apoye.

NO CULPAR al chico porque no supo defenderse; por el contrario, hacerle notar que son los acosadores los que están fuera de lugar.

ELEVAR LA AUTOESTIMA del chico. Hacerle entender que él es una gran persona, que merece respeto, y que debe hacerse respetar.

GANAR SU CONFIANZA. Un chico que confía en su padre necesita saber que lo ayudará sin empeorar las cosas y sin generar sentimientos de vergüenza. El padre debe asegurarle que no hará nada sin su autorización.

EL LLANTO ES BUENO. Hay que dejar que el chico se exprese con llanto y rabia; no hay que reprimirlo, ni responder con nervios, sino tranquilamente. De esta manera el niño o joven se sentirá más contenido.

NUNCA MINIMIZAR LAS COSAS, como tampoco hacer un gran escándalo. Tratar de darle al problema la solución que el chico espera, con firmeza y con altura.

NO COLOCAR al chico en situación de víctima todo el tiempo. Hay que convencerlo de que se puede salir airoso de la situación.

HABLAR CON LOS DIRECTIVOS. El colegio debe hacerse cargo de la situación, porque, en suma, es el responsable.

Qué decirles a los hijos

EL MEJOR CONSEJO que uno puede darle a un hijo para evitar ser acosado es que ignore a quien trata de ofenderlo o de burlarse de él. “No le lleves el apunte y, si es posible, camina sin mirarlo; ignoralo. Si te habla pero no te toca, seguí adelante como si nada y, si te toca, lo miras fijo y le decís con firmeza y seriedad que no te moleste”.

NO LLORAR ni enojarse es una regla de oro que desarma el objetivo del acosador. “No le demuestres que te importa, porque cuando descubra que te duele que te diga tal o cual cosa, te lo hará hasta el cansancio” es un buen consejo que se les puede dar a los chicos para evitar convertirse en “punto”.

SABER REIRSE DE UNO MISMO es una buena estrategia. “Si te dicen algo acerca de la ropa que llevás puesta, por ejemplo, le decís: ‘¿te gusta? a mí también’.

AVISAR A UN ADULTOR es importante. Los padres y el docente tutor deben saberlo. “Esto no es acusar, sino pedir ayuda cuando uno la necesita porque con el correr del tiempo se puede agravar”.

“VOS NO SOS EL PROBLEMA. El acosador es el que está mal. Cuando lo veas en actitud de querer decirte algo a los gritos, para molestarte, cambiá de lugar, andá a otro lado donde haya un adulto”.

by www.lagaceta.com.ar

* Silvina Cohen Imach, es Psicóloga clínica



fuente: http://argijokin.blogcindario.com/2007/10/07726-argentina-el-bullying-en-las-escuelas-de-hoy.html

alumnas: CAMILA VASQUEZ
JULIETA JUEZ

Antonella Diaz dijo...

Este articulo es muy interesante y muestra una problematica muy actual en la escuelas de nuestro pais. Lo que me parece es que hay muchos chicos que no respetan a la autoridad, es decir, el maestro. Respeto que debe infundarse desde las familias, el mismo articulo dice que hay muchos padres que se desentienden del mal comportamiento de sus hijos y que hasta los llegan a apañar. Por eso concluyo que seria apropiado tener en cuenta el contexto en donde se forman los chicos, antes de tomar alguna medida institucional sobre el o los chicos.

Alumna: Antonella diaz