viernes, 21 de marzo de 2008

Para leerte mejor

Nuestros encuentros presenciales nos están abriendo puertas y ventanas para el conocimiento personal, y para comenzar a recorrer los pequeños arroyos y ríos que van a dar al mar de la psicopedagogía. Los textos que forman parte de la bibliografía son instrumentos con los que podemos hacer un poco de ruido o llegar a componer una sinfonía. De nuestra dedicación, ejercitación, estudiosidad dependerá uno o lo otro.
Desde esta plataforma queremos contribuir para que la lectura y comprensión de los textos que te proponemos resulte significativa para tu formación de grado.
Algunas consideraciones generales que pueden ayudarte en esta actividad:
  1. Comienza a distinguir cuáles son tus horas y lugares preferidos para la lectura.
  2. Antes de comenzar a leer, busca algún elemento para tomar notas, ya sea sobre el mismo texto, un cuaderno, una ficha, un archivo en tu computadora...
  3. Si vas a estar mucho tiempo leyendo, prepara antes algo para beber; interrumpir la lectura durante mucho tiempo para hacerlo, suele provocar dispersiones innecesarias.
  4. Es saludable alternar la lectura en voz alta con la lectura en silencio, tanto si estudias en forma personal, como si compartes el estudio con otras personas.
  5. Si aún no alcanzaste el hábito de lectura para el estudio, no te pongas metas muy ambiciosas en cuanto a la cantidad de tiempo. En la medida que lo vayas logrando es conveniente leer y ayudarse con pequeños intervalos para pensar o reflexionar sobre lo que estamos leyendo; tomar alguna nota de una idea que surja; caminar un poco o cambiar por unos minutos de ambiente. Prueba la ventaja - si dispones de lugar para ello - de la lectura en contacto con la naturaleza, al aire libre. Recuerda que si estás en Azul, existe un bello Parque Municipal para hacer estas experiencias.
  6. Es importante tener una visión integral del libro, capítulo, fragmento, que vas a leer. Una recorrida previa por el índice, títulos, subtítulos, - según corresponda - facilita la lectura posterior. Al hacerlo, muchos estudiantes, van realizando un esquema del texto; suele ser una buena práctica. Si es un fragmento, trata de averiguar el contexto general de la obra. Cabe sumar a ésto, la necesidad de tener alguna noticia previa del autor.
  7. Cuando estés por dejar de leer, repasa, - aunque mas no sea mentalmente -, los aspectos que te han resultado significativos de la lectura; y trata de dejar puertas abiertas - mediante interrogantes, anotaciones, etc. - para continuar la lectura o para releer el texto.
Estas orientaciones, - que sabrás enriquecer con tu experiencia y el diálogo con tus compañeros de estudio- , pueden provocar interrogantes en vos; no dejes de hacerlos en los encuentros presenciales o en esta misma página a través de los comentarios a la entrada. Es también este lugar donde nos podemos ayudar contándonosnuestras experiencias, logros y dificultades con la lectura de textos.

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