sábado, 21 de junio de 2008

Virtudes Choique


Había una vez una escuela en medio de las montañas. Los chicos que iban a ese lugar a estudiar, llegaban a caballo, en burro, en mula y en patas. Como suele suceder en estas escuelitas perdidas, el lugar tenía una sola maestra, una solita, que amasaba el pan, trabajaba una quintita, hacía sonar la campana y también hacía la limpieza. Me olvidaba: la maestra de aquella escuela se llamaba Virtudes Choique, ordeñaba cuatro cabras y encima, era una maestra llena de inventos, cuentos y expediciones.

Como ven hay maestras y maestras. Ésta del cuento vivía en la escuela. al final de la hilera de bancos, tenía un catre y una cocinita. Allí vivía, cantaba con la guitarra y allí sabía golpear la caja y el bombo.Los chicos no se perdían ni un sólo día de clases. Principalmente, porque la señorita tenía tiempo para ellos. En último lugar estaba el mate codico con leche de cabra, que Virtudes servía cada mañana.

La cuestión es que, un día, Apolinario Sosa volvió al rancho y dijo a sus padres:

- ¡Miren, miren!...¡miren lo que me ha puesto la maestra en el cuaderno! -

Los padres miraron y vieron unas letras coloradas. Como no sabían leer, pidieron al hijo que les dijero lo que allí decía; entonces leyó: "Señores padres, les informo que su hijo Apolinario es el mejor alumno".

Los padres de Apolinario abrazaron al hijo, porque si la maestra había escrito aquello, ellos se sentían bendecidos por Dios.

Sin embargo, al día siguiente, otra chica llevó a su casa algo parecido. Esta chica se llamaba Juanita Chuspas, y voló con su mula al rancho para mostrar a sus padres lo que le había escrito la maestra: "Señores padres: les informo que Juanita es la mejor alumna".

Y acá no iba a terminar la cosa. Al otro día, Melchorcito Guare llegó a su rancho chillando como loco de alegría:

-¡Mire mamita, mire!, la maestra me ha puesto una felicitación de color colorado, acá, miren, vean: "Señores padres, les informo que su hijo Melchorcito es el mejor alumno".-

Así los 56 alumnos de la escuela llevaron a sus ranchos una nota que aseguraba: "Su hijo es el mejor alumno".

Y así hubiera quedado todo, si el hijo del boticario no hubiera llevado su felicitación. Porque les cuento: el boticario, don Pantaleón Minoguile, apenas se enteró de que su hijo era el mejor alumno, dijo:

- Vamos a hacer una fiesta; ¡mi hijo es el mejor de toda la región!. Hay que hacer un asado con baile. El hijo de Pantaleón ha honrado a su padre y lo vamos a celebrar como Dios manda -

Y escribió una carta a la maestra : "Mi estimadísima, distinguidísima y hermosísima maestra: el sábado que viene voy a dar un asado en honor de mi hijo. Usted es la primera invitada, le pido que avise a los demás alumnos para que vengan al asado con sus padres. Muchas gracias. Beso sus pies. Pantaleón Minogulle, Boticario".

Imagínense el revuelo que se armó. Ese día cada chico voló a su casa para avisar del convite. Y como sucede siempre entre la gente sencilla, nadie faltó a la fiesta. Bien sabe el pobre cuánto valor tiene reunirse, festejar, reirse un rato, cantar, saludarse, brindar y comer un buen asado.

Por eso ese sábado todo el mundo bajó hasta la casa del boticario, que estaba mas adornada que nunca. Enseguida se armó la fiesta. Mientras la señoritaVirtudes cantaba una baguala, el mate iba de mano en mano, y la carne del cordero se iba dorando. Por fin don Pantaleón, dio unas palmadas y pidió silencio. Todos prestaron atención. Seguramente iba a comunicar una noticia importante. Y Don Pantaleón leyó el siguiente discurso:

"Señoras y señores los he reunido para festejar una noticia que me llena de orgullo. Mi hijo acaba de ser nombrado por la maestra como el mejor alumno. Nada mas y nada menos."

Levanto el vaso con vino y continuó: "Por eso los invito a levantar el vaso y brindar por este hijo que ha honrado a su padre, su apellido y a su país".

Contra lo esperado, nadie levantó el vaso. Nadie aplaudió. Al revés. Los padres empezaron a mirarse serios. El primero en protestar fue el papá deApolinario:

-"¡Yo no brindo nada acá el único mejor es mi chico!" -

Así comenzaron los gritos porque cada cual desmentía al otro. Entonces se oyó la voz de la señorita Virtudes:

Paren, cuidado con lo que van a hacer! ...Esto es una fiesta...-

La gente bajó las manos y se quedó quieta. Por fin uno dijo:

-Maestra usted ha dicho una mentira, usted le ha dicho a todos lo mismo -

Y Virtudes comenzó a reírse como loca de contenta, y dijo:

- Bueno. Ya veo que ni acá puedo dejar de enseñar. Escuchen bien y abran las orejas, pero abran también el corazón. Porque si no entienden, adió sfiesta. Yo seré la primera en marcharme. Yo no he mentido. He dicho la verdad. Verdad que pocos ven y por esono creen. Voy a darles el ejemplo de que digo verdad. Cuando digo que Melchor es el mejor, no miento; Melchorcito no sabrá las tablas de multiplicar pero es el mejor arquero de la escuela... Y cuando digo que Apolinario es el mejor alumno, tampoco miento. Y Dios es testigo que qunque es un poco desprolijo, es el mas dispuesto para ayudar en lo que sea... -

Y así lo fue haciendo con cada uno de los 56 alumnos. Y agregó:

- ¿Debo seguir explicando? ¿Acaso no entendieron? Soy la maestra y debo construir el mundo con estos chicos, sus hijos. Entonces ¿con qué levantaré la Patria? ¿Con lo mjeor o con lo peor?...-

Poco a poco cada cual se fue buscando su hijo. Y lo miró con ojos nuevos. Porque siempre habían visto principalmente los defectos y ahora empezaban a sospechar que cada defecto tiene una virtud que le hace contrapeso. Y que es cuestión de subrayar, estimular y premiarlo mejor.

Y entonces el boticario gritó:

-¡A comer que el asado está listo ! ...¡Y a brindar porque el festejo hay que multiplicarlo por 56!
Nota: El presente cuento lo seleccionaron Carolina Gregorini y Eugenia Piriz (en la foto), de 4to año de la Carrera en la clase que prepararon para todo el curso para la asignatura Psicopedagogía Institucional. Lo ponemos a consideración de ustedes porque pensamos que puede ayudarlas a subir comentarios a partir de algunos de los temas que venimos trabajando en clase. -

8 comentarios:

Euge dijo...

Huguito... mi pregunta en el día de la fecha es : ¿De donde surge el nombre "dos alas"?... Y con respecto al cuento de Virtudes Choique, espero que las alumnas que tengan posibilidad de leerlo(sean de cualquier año de la carrera), puedan reflexionar sobre ese tema. Que SIEMPRE tengan en cuenta, lo mas importante que hay que resaltar: que son las CAPACIDADES de los niños. A partir de ellas se debe trabajar. NUNCA a partir de su dificultad (sea cual fuere)... Al niño que tengamos frente a nosotras, tenemos que "verlo" y por lo tanto, "tratarlo" como lo que es, una PERSONA, que necesita mas allá de nuestro diagnostico y tratamiento; necesita ademas de nuestro apoyo, nuestro afecto... tratando de lograr que este niño pueda considerarse y aceptarse por lo que es.. una persona llena de capacidades(por sobre todas las cosas),sentimientos, emosiones... mucho mas allá de sus dificultades.

Euge dijo...

Huguito... mi pregunta en el día de la fecha es : ¿De donde surge el nombre "dos alas"?... Y con respecto al cuento de Virtudes Choique, espero que las alumnas que tengan posibilidad de leerlo(sean de cualquier año de la carrera), puedan reflexionar sobre ese tema. Que SIEMPRE tengan en cuenta, lo mas importante que hay que resaltar: que son las CAPACIDADES de los niños. A partir de ellas se debe trabajar. NUNCA a partir de su dificultad (sea cual fuere)... Al niño que tengamos frente a nosotras, tenemos que "verlo" y por lo tanto, "tratarlo" como lo que es, una PERSONA, que necesita mas allá de nuestro diagnostico y tratamiento; necesita ademas de nuestro apoyo, nuestro afecto... tratando de lograr que este niño pueda considerarse y aceptarse por lo que es.. una persona llena de capacidades(por sobre todas las cosas),sentimientos, emosiones... mucho mas allá de sus dificultades.

Hugo Boggi dijo...

Eugenia, me alegra tu participación en este espacio que comenzamos a construir, espero que encuentres en este sitio un lugar de enriquecimiento personal. Tu reflexión y acercamiento al misterio del niño abre una puerta hacia la esperanza. Desde ahora, sigue ayudándonos a construir este espacio, y si te parece valioso difundilo para que otros se sumen. Tu pregunta merece una entrada especial y con un poco mas de tiempo, encontrarás pronto la respuesta en el blog.

Anónimo dijo...

Después de leer esta conmovedora historia, comienzo a percibir la realidad de una manera diferente, en realidad la carrera en si te hace ver las cosas de forma especial.
Se que mi rumbo por la Psicopedagogía recién esta comenzando, pero este corto periodo de tiempo, me ayudo mucho a entender cuestiones que quizá nunca me planteé, y que ahora entiendo claramente.
Y esto, me hace imaginar que el día que termine 4º año, voy a salir siendo otra persona completamente distinta a la del inicio, recuerdo muy bien cuando vos, Hugo, nos dijiste a principio de año, que durante este largo camino íbamos a cambiar como personas, y eso capto mi atención y me pareció de total importancia. Lo sorprendente es que además de escucharlo de tu boca, lo estoy experimentando y viviendo en este momento, siento que de a poco estoy cambiando.
Con respecto a la historia, coincido totalmente con Eugenia, este año aprendí que no hay que enfocar la mirada en las dificultades de los niños, sino que hay que destacar sus capacidades, que por cierto son muchas, hay que demostrarles que detrás de toda dificultad para aprender, ellos tienen la llave para entrar al mundo en donde nada es imposible, en donde todo se puede lograr, aunque ese logro implique voluntad, intencionalidad y sobre todo un gran esfuerzo.
Pero nosotras, como psicopedagogas, tenemos que demostrarles que no se encuentran solos en esta búsqueda de lo posible, sino que cuentan con nuestro incondicional apoyo, y que es nuestra responsabilidad brindarles un espacio en donde ellos sean protagonistas de su propia historia, en donde se sientan libres, y puedan expresar sus propios discursos. Y este espacio que les ofrecemos, quizá sea el que nadie se detuvo a darles, y ese pudo haber sido el origen de su problema, el no tener su lugar.
Para ir terminando, pienso que nuestra función es ocupar en el niño un lugar que se encuentra vacío, debemos acompañarlo en su viaje y ayudarlo a poder convivir con su problema, siempre destacando sus grandes capacidades y demostrándole que es un ser maravilloso, capaz de lograr todo lo que se proponga en la vida, siempre y cuando tenga interés en llegar a su meta...

Paz Azuaga
1er año Psicopedagogía

Anónimo dijo...

Hola Hugo… bueno realmente quiero comentar a cerca de esta historia que han realizado las chicas de 4 año, ya que me pareció muy interesante poder hacerlo; es una historia que nos deja muchísimo de enseñanza porque podemos valorar las virtudes de los niños y dejar de lado aquellas dificultades que muchas veces impiden que no se dejen ver todas aquellas capacidades que tiene una persona que en fin de cuenta es lo mas importante, y es lo que como psicopedagoga es fundamental en nosotras porque para poder avanzar en un diágnostico y en nuestro trabajo esto es la base para todo, además de esto tiene mucho que ver la familia porque es el grupo primario de pertenencia a la cual el niño pertenece y va formando su modo de ser y relacionarse con otras personas, por eso que los padres son la base de formación a cerca de lo que el niño va a ir formando en su persona y es necesario que estén en todo momento pese a cualquier circunstancia para que pueda sentir el apoyo y se sienta acompañado en lo que vaya a realizar y los planes que pretenda hacer, como en la historia, en la que se refleja el orgullo de áquellos padres que quieren a sus hijos porque es el mejor alumno pero también se dan cuenta de que es así por cosas que tienen sus hijos que ellos realmente no registraban hasta que alguien de afuera se los hace ver, esto demuestra que muchas veces no le dan tanta importancia a cosas que realmente son incomparables sobre otras a las que están más a la vista pero que no tienen el significado valorativo que otras si poseen. En conclusión como iniciante en esta carrera considero que me falta mucho por aprender y que estoy muy contenta de poder estar aquí estudiando esto tan hermoso como lo es la psicopedagogía y que me esta haciendo valorar mas las cosas y que debo tener más en cuenta hasta las mas pequeñas cosas que suceden a mi alrededor para poder valorar más y entender cada situación como tal, estoy muy feliz de estudiar esto y poder seguir aprendiendo aún más

Débora Acuña
1° año Psicopedagogía

Juliana dijo...

Hola Hugo,soy Juliana Servidia me parecio muy interesante el cuento de Virtudes Choique. Creo que debemos tenerlo muy presente a lo largo de nuestra carrera debido a que es de gran enseñanza.
Me gustaria compartir con ustedes una poesia llamada "Los niños aprenden lo que viven".


Si los niños viven con crítica
Aprenden a condenar.

Si los niños viven con hostilidad
Aprenden a vivir luchando.

Si los niños viven el ridículo
Aprenden a ser tímidos.

Si los niños viven con vergüenza
Aprenden a sentirse culpables.

Si los niños viven con tolerancia
Aprenden a ser pacientes.

Si los niños viven con estímulo
Aprenden a confiar.

Si los niños viven con alabanza
Aprenden a apreciar.

Si los niños viven con honradez
Aprenden la justicia.

Si los niños viven con seguridad
Aprenden a tener fe.

Si los niños viven con aprobación
Aprenden autoestima.

Si los niños viven con aceptación y amistad
Aprenden a hallar amor en el mundo.

Anónimo.

Muchas gracias, saludos!

Anónimo dijo...

Hola, a lo largo de este año(2009) que comencé a leer mucho y por suerte a querer leer más,hoy leí este cuento de las chicas "Virtudes Choique", y es tan lindo.Tengo la ESPERANZA de que si empesamos a vernos y tratarnos desde las virtudes y dejamos las falencias, de lado podemos conocernos de verdad porque donde hay amor hay sinceridad, amor al prójimo, esa seguridad que uno tiene en su hogar porque lo que luego desarrollamos comenzamos ha realirzo en casa con los que mas queremos....mis felicitaciones a las chicas es hermoso, no escapa a la realidad de las escuelas rurales, de provicias como Salta, Jujuy,etc...gracias por compartir esto!!! besos y nos vemos cintia cordido!

Anónimo dijo...

Considero que esta historia nos muestra que debemos valorar a cada persona y destacar su virtud ya que todos tenemos una capacidad para desarrollar. Somos todos diferentes pero ahí esta la cuestión: cada uno es necesario e importante en cualquier actividad que se aprenda.
Por eso es que en la verdadera educación no se fomenta la competencia, se respetan las potencialidades de cada uno, no se ponen notas de muy bueno, muy bueno sobresaliente… No hay abanderados, ni medallas de destaque… Y se tiene cuidado de mirar bien con el corazón…

Crocci, Matías
1°Psicopedagogia