jueves, 12 de junio de 2008

¿Qué podemos hacer nosotros?

3 comentarios:

Unknown dijo...

El trabajo infantil creció el 600 por ciento en los últimos siete años en Argentina, donde actualmente hay 1,5 millones de menores de quince años que desempeñan alguna tarea para sobrevivir o ayudar a sus familias.



En 1998 los niños que trabajaban eran 250.000, según una investigación conjunta del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y de la Comisión Nacional para la Erradicación del Trabajo Infantil de Argentina publicada este lunes por el diario "La Nación".



Sólo en la ciudad de Buenos Aires hay unos 3.500 menores que viven en la calle, de los cuales el 49 por ciento se dedica a mendigar, una de las modalidades que adopta el trabajo infantil urbano.



Los límites y el alcance del trabajo infantil en este país son difíciles de definir debido a que, según estadísticas oficiales, el 63,4 por ciento de los chicos vive en hogares pobres, apunta el informe.



Elena Duro, de la delegación local de UNICEF, consideró que para revertir esta situación no alcanza con programas que actúen de manera aislada, sino que es necesaria la articulación de políticas públicas.



"Todavía no existe en nuestro país una política que tienda a la erradicación del trabajo infantil, pero avanzaron mucho en este campo y creo que están próximos a desarrollarla", manifestó.



Según la especialista, si bien se hicieron varios estudios en los que UNICEF colaboró con el Gobierno argentino, "ahora falta el diseño de una estrategia que contemple la tarea conjunta de las áreas de Salud, Educación, Desarrollo Social y Trabajo, además de sumar a las organizaciones no gubernamentales".



La investigación determinó que la pobreza y el desempleo, que según las últimas cifras oficiales afectan respectivamente al 40,2 y al 12,1 por ciento de la población argentina, son las principales razones del auge del trabajo infantil.



En la capital del país, el 40 por ciento de los chicos no estudia y un porcentaje similar lo hace en forma esporádica, según otro informe del Consejo de Niñas, Niños y Adolescentes de la ciudad de Buenos Aires.



"Van dejando la escuela de a poco. Faltan un día, otro y otro más, hasta que finalmente no van más", dijo José Manuel Grima, coordinador del Programa para la Erradicación del Trabajo Infantil del Consejo.



La presidenta de ese organismo, María Elena Naddeo, explicó a su vez que el trabajo infantil no es delito en sí mismo, salvo que haya explotación o reducción a la servidumbre, pero sí se considera que quien lo realiza es una víctima a la que el Estado debe asistir.



EFE

11 de mayo de 2005

fuente:http://www.rel-uita.org/laboral/argentina-trabajo-infantil.htm

comentario de: camila vasquez silvina suñe y priscila pizarro

Anónimo dijo...

Yamila Cequi

La infancia es un tiempo para jugar, aprender, crecer, un tiempo en que todos los niños y niñas deberían tener la oportunidad de desarrollar sus potenciales y soñar con planes para el futuro. Sin embargo, para muchos niños y adolescentes en todo el mundo, quienes trabajan sin estar preparados, la infancia es un sueño perdido. Ellos trabajan desde las primeras horas de la mañana hasta después del ocaso. Ellos no saben de otro juego que no sea la sobrevivencia. Su escuela es la calle; su maestro, la injusticia. Su futuro, inimaginable.
El trabajo infantil es una realidad, no es algo pasajero o sin importancia. La realidad es que muchos chicos de nuestra edad, que tendrían que ir a colegios, a tomar algo con sus amigos y a fiestas, tienen que trabajar para poder comer o para darles la plata a sus padres. Hay muchas causas para entender este terrible problema y creo que el más importante es la mala política que tienen algunos países. En este mundo no falta comida, no falta educación, lo que si falta es plata y desde mi opinión la falta de ésta se debe a la mala política de algunos gobernantes y a su maldad y egoísmo de querer tener todo.
Si en los países que tienen que lidiar con esto se hiciera una correcta política podríamos acabar con este problema que a todos nos compete. Y así poder prosperar como país ya que esa gente pobre, que cada vez hay más, es la gente que va hacer el futuro de éste. Y sin educación ningún país puede prosperar

Cielo De Franchi dijo...

El trabajo infantil es algo sumamente grave. Se les quita a los niños su tiempo de aprender y de jugar, un tiempo que ya no va a volver y que posiblemente les cueste su vida, ya que van a estar obligados durante años a trabajar en puestos que no le gustan ni les hacen bien. Este es un problema no de los chicos sino de los adultos,que cegados por la ambición no se detienen a pensar en que ese niño que ellos explotan es tan niño como sus hijos,hermanos, etc.... y que le están quitando todas las posibilidades.
Desde nuestro lugar, no tenemos que cerrar los ojos ante esta realidad y hablar de estos temas, y si conocemos de algún caso denunciarlo, porque si todos nos quedamos callados esta realidad no va a cambiar,y creo que nadie quiere esto para los chicos.