martes, 16 de diciembre de 2008

Las evaluaciones finales


Estamos en plena etapa de evaluaciones finales. Algunas de ustedes ya con la alegría de haber acreditado algunos espacios curriculares de primer año. Seguramente aparecen dudas en este tiempo sobre si hay que presentarse o no a rendir una integración final; nunca estamos seguros si "sabemos todo lo que hay que saber"; ¿cómo preguntará o qué preguntará tal o cual profesor o profesora?; etc.. Estas cuestiones normales que se producirán con mayor o menor intensidad durante toda la carrera, no deben hacernos perder de vista la meta final.

El camino recorrido durante el tiempo de cursada de cada espacio nos fue ayudando a recortar un tema, a encontrarle el "gusto" más a un problema que a otro; las experiencias vitales de cada uno de nosotros nos hacen interesar por unos o por otros interrogantes; a veces un acontecimiento vivido en la misma semana en la que tenemos que rendir una evaluación final nos despierte el interés por un contenido del proyecto anual...

En ningún caso debemos dejarnos ganar por la angustia, ni debemos paralizarnos en nuestras decisiones. En todos los casos tenemos algunos elementos que están al alcance de la mano para nuestra ayuda:

1. Todo espacio curricular merece ser preparado con el Proyecto Anual al lado, que es un indicador seguro de lo que debemos y no debemos estudiar, y que, por supuesto, es un derecho poder tenerlo durante la realización de la mesa de evaluación final.

2. La bigliografía recomendada, trabajada en clase, o a través de tareas no presenciales, es siempre una fuente indispensable; pero nunca limitadora: siempre se puede enriquecer con el aporte personal, por la búsqueda investigativa propia, con la experiencia de compañeros que hayan cursado la materia en años anteriores. Ciertamente cada profesor nos ha de preguntar algo de lo que bibliograficamente hemos trabajado con él durante el año; mas, si llevo al examen final aportes propios, es bueno que los cite correctamente por autor y el título del libro o de la obra.

3. Un buen recurso es prepararse un tema: seleccionarlo de la unidad o bloque temático correspondiente, desarrollarlo y relacionarlo con otros temas de la misma unidad, y de ser posible con otros del proyecto anual. Mas enriquecedor aún es poder relacionar contenidos de distintos espacios curriculares.

4. En la exposición oral hay quienes se sienten mas o menos seguros. Para éstos últimos especialmente, es bueno usar frases cortas. Apropiarse de los conceptos troncales, de los nudos temáticos de cada unidad. No es bueno, como principio, comenzar con un ejemplo, salvo que lo use como motivador de la reflexión. Durante el desarrollo puede ir dejando interrogantes, sobre temas que me hayan resultado significativos y que tal vez, posibiliten el diálogo con la mesa examinadora.

5. Salvo situaciones muy especiales (que deba realizar un viaje, o tenga alguna intervención quirúrjica, etc.), no es recomendable presentarme en todos los espacios curriculares durante el turno de diciembre. Conviene aprender a seleccionar; a tomarle el peso intelectual a los temas; a priorizar un trayecto de acreditación que se vaya personalizando paulatinamente. En la mayoría de los casos tomar distancia del tiempo de cursada, ayuda a ponderar con mayor ecuanimidad los temas, nos favorece al momento de tener que distinguir entre cuestiones importantes y otras que son más accidentales.

6. Por último, en esta entrada, quisiera recordarles que si al momento de rendir la evaluación final estoy pasando alguna situación personal que requiere de toda mi atención, seguramente no ewstaré en las mejores condiciones para dar un examen final, y entonces no hay que temer en dejar la evaluación para otra oportunidad. Primero siempre está la persona, a ella debemos atender prioritariamente.

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