Mogolico, gorki, longui, anormal, bobo, opa, lento, tonto, zonzo, tarado, deficiente, minusválido, aparato, chico especial, inhábil, idiota, enfermo mental, lerdo, imbécil, oligofrénico, Rainman, fronterizo, débil, estúpido, discapacitado mental, discapacitado intelectual, discapacitado cognitivo, “le faltan cinco minutos de hervor”, “el ascensor no le llega hasta arriba”, “le falta algún jugador”, “tuvo retraso madurativo”, “le faltan caramelos”, “no es como los otros”.
¡Tantas palabras para nombrar lo mismo a lo largo de las épocas! Las más serias, en cada época, parecen ser las adecuadas, por un tiempo. Luego son criticadas porque se encuentra una denominación más radical, centrada en la “verdadera” esencia del fenómeno. Todas se apoyan en alguna parte auténtica, simplificando excesivamente la totalidad, reduciéndola tan sólo a ese factor. Desde mi lugar voy utilizar la denominación discapacidad intelectual, la más aceptada en foros internacionales en la actualidad.
Idiota viene del griego idio, que significa propio, particular (como en idioma e idiosincrasia). El idiota era el que se preocupaba tan sólo de sus propios asuntos y n se interesaba por los asuntos de los ciudadanos. Por extensión, en la Europa medieval se utilizó para designar a aquellos ignorantes, usualmente extranjeros, que no dominaban adecuadamente el latín. Esta categoría, entonces, se refiere a la discapacidad intelectual a partir de su escasa participación social y la minusvalía otorgada por el conjunto.
Estúpido, por su raíz, refiere a quien se sorprende o se aturde, y tarado es el que lleva una carga (la tara de las balanzas y los camiones). Estas dos palabras aluden a la ingenuidad y a la carga previa.
La raíz de imbécil es latina y controvertida, pero parejamente deficitaria. El imbécil es el que no se sostiene por sí mismo y necesita de un bastón (becillis es el diminutivo de baculum, bastón). De este modo, los ancianos, los enfermos y los retrasados mentales son los que necesitan un apoyo. Otra versión dice que quienes usaban bastón eran sabios y quienes no lo tenían, los sin bastón, metafóricamente, eran ignorantes. Desde esta vertiente, la discapacidad intelectual se asociaría con la insuficiencia en los aprendizajes. Una última versión refiere que la raíz no es becillos, sino bellum, guerra, aludiendo entonces a los que eran incapaces de ir a guerrear.
Podemos decir que hace milenios que no logramos despegarnos de estas imágenes deficitarias: lento, frágil, no-ciudadano, ignorante, incapaz de sostenerse por sí mismo; por eso, desde mi punto de vista, a la hora de definir y hablar de discapacidad creo necesario mencionar estas palabras y sus orígenes, ya que la mayoría los desconoce, y parece que utilizaran esas palabras sin pensar realmente de lo que se esta hablando o a lo que se esta refiriendo realmente.
Estas palabra implican mucho mas que un “bobo que no puede hacer lo mismo que yo; un bobo del que me siento superior”. Por eso mi objetivo no es solo que conozcan de que hablamos cuando hablamos de discapacidad, sino también pensar en cuantas veces usamos esas palabras, cuantas veces sabemos realmente de lo que estamos hablando y si al ver lo que es la discapacidad, se podrían volver a mencionar sin pensar todas estas palabras.La discapacidad hizo su aparición como concepto después de la Segunda Guerra Mundial. Una cantidad de miembros de la sociedad extremadamente valorados, los héroes de guerra, volvían a su hogar. En muchos casos, las secuelas les impedían retomar sus vidas previas. El Estado no podía desentenderse de sus situaciones ya que había sido el causante de las mismas. Esa conjunción llevó a que los primeros discapacitados fueran los veteranos de guerra, e instituyó un nuevo lugar social para un grupo de actores que siempre había existido.
El uso del concepto de discapacidad para designar a quienes presentaban un trastorno genético, congénito o juvenil fue tardío, lindando con la década del 60.
Podemos decir, además, que la discapacidad no es un estatuto fijo. Es una condición relacional, un producto social dinámico resultante de tres grupos de factores: los individuales, los contextuales y los vinculares. La discapacidad no es cuestión de enfermedades ni de injusticias, aunque a menudo las incluyen. La discapacidad y la minusvalía sólo se evidencian cuando se activan los mecanismos y factores que la producen.
La minusvalía radica en la práctica social, en el trato entre humanos, no en la falta de inteligencia, de visión o de movimiento de la persona con discapacidad. La indiferencia, el ninguneo y la discriminación son las barreras más fuertes para la participación social de las personas con discapacidad intelectual.
Para finalizar como bien dije, me gustaría no solo compartir un enlace acerca de la discapacidad, sino que también me interesa que esto no solo sea informativo, para conocer realmente el concepto de discapacidad, sino también, un espacio de reflexión en donde cada uno se replantee que piensa cuando piensa en este término y si lo usa correctamente, ya que es una palabra que se utiliza permanentemente a través de otras que derivan de ella, por eso mismo seria oportuno que cada uno reflexione y pueda decir que piensa al respecto.
Realizado por: Fátima Catalá, Victoria Agosta, Cintia Ibañez y Debora Acuña.
Bibliografía.
¿Son o se hacen?: el campo de la discapacidad intelectual estudiado a través de recorridos múltiples/ Andrea Aznar y Diego Gonzáles Castañón: con prólogo de: Isabelino Siede- primera ed.- Buenos Aires: Centro de Publicaciones Educativas y Material Didáctico, 2008.
Un herramienta en la red para la Tecnicatura en Psicopedagogía del Instituto Santo Tomás de Aquino de Azul, abierto a quienes nos ayudan a pensar nuestra formación de grado.
miércoles, 1 de junio de 2011
"Diversas maneras de ver la discapacidad".
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2 comentarios:
El punto de partida fue el concepto discapacidad, es un hecho que a las personas con algún tipo de limitación física suele llamársele discapacitado. Al respecto, el término está mal empleado porque signa al individuo como ente sin ninguna capacidad, esto es así porque discapacitado hace referencia a lo general y, a parte de ser un término discriminatorio, imposibilita el avance de una cultura de respeto a las personas con alguna limitante física. Lo correcto es llamar a este tipo de individuos personas con capacidades diferentes, o simplemente con alguna discapacidad, o que, el no poder caminara impide el habla, o el oído, o el no poder escuchar impide llevar a cabo un baile; si se puede, o el no poder hablar impide el trabajo digno, o el no tener un brazo limita el jugar al básquet, por supuesto que no. El no poder realizar alguna función motora del cuerpo o tener alguna limitación física no significa discapacitado sino que es carecer de algún tipo de discapacidad, entonces es errónea la utilización del término, y para lograr una cultura de respeto, inclusión e igualdad resulta necesario adecuar los conceptos al entorno actual.
Pero, realmente sabemos ¿Qué es una discapacidad? Discapacidad es cualquier problema cognitivo o físico que provoca un limitado desempeño en la vida cotidiana.
En algún momento de nuestras vidas, todos llegaremos a padecer algún tipo de discapacidad, cuando todos lleguemos a la tercera edad, nos enfrentaremos a diversos padecimientos principalmente problemas visuales y psicomotores, por ello, la sociedad debe hacer conciencia y sensibilizarse para apoyar a quienes sufren alguna discapacidad.
La discriminación es un problema que afecta nuestra sociedad en diversos ámbitos, discriminación se entiende por modificar o alterar la igualdad entre las personas.
Hay mucho para debatir sobre salud, y lo que esto acarrea, pero si nos ponemos a pensar en la cantidad de gente que TIENE salud, pero parece no tenerla?, simplemente porque no se las tiene en cuenta en la sociedad, porque se las hace a un lado, por sólo tener CAPACIDADES DIFERENTES!!!... pongámonos en marcha para cambiar esto, ayudemos y preocupémonos, NO por las personas con dichas capacidades, sino por el resto de la sociedad que las mira con cara rara... ahora yo pregunto ¿quien está mas enfermo?... muchas veces nos olvidamos que TODOS tenemos capacidades diferentes, con la única diferencia que hay personas que se les hacen visibles.
Luciana Pronino
Este texto me resultó interesante ya que muchas veces decimos palabras sin conocer su significado y ofendemos al prójimo. Quizás, está tan incorporado en nuestro lenguaje que lo hacemos de una forma inconsciente sin tener en cuenta que estamos discriminando e hiriendo al otro.
La sociedad debe entender que no hay que llamar “discapacitadas” a las personas con capacidades diferentes, somos todos, parte de una misma comunidad y es importante destacar que lo que nos hace iguales es que somos todos diferentes.
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