Nuestros encuentros presenciales nos están abriendo puertas y ventanas para el conocimiento personal, y para comenzar a recorrer los pequeños arroyos y ríos que van a dar al mar de la psicopedagogía. Los textos que forman parte de la bibliografía son instrumentos con los que podemos hacer un poco de ruido o llegar a componer una sinfonía. De nuestra dedicación, ejercitación, estudiosidad dependerá uno o lo otro.
Desde esta plataforma queremos contribuir para que la lectura y comprensión de los textos que te proponemos resulte significativa para tu formación de grado.
Algunas consideraciones generales que pueden ayudarte en esta actividad:
- Comienza a distinguir cuáles son tus horas y lugares preferidos para la lectura.
- Antes de comenzar a leer, busca algún elemento para tomar notas, ya sea sobre el mismo texto, un cuaderno, una ficha, un archivo en tu computadora...
- Si vas a estar mucho tiempo leyendo, prepara antes algo para beber; interrumpir la lectura durante mucho tiempo para hacerlo, suele provocar dispersiones innecesarias.
- Es saludable alternar la lectura en voz alta con la lectura en silencio, tanto si estudias en forma personal, como si compartes el estudio con otras personas.
- Si aún no alcanzaste el hábito de lectura para el estudio, no te pongas metas muy ambiciosas en cuanto a la cantidad de tiempo. En la medida que lo vayas logrando es conveniente leer y ayudarse con pequeños intervalos para pensar o reflexionar sobre lo que estamos leyendo; tomar alguna nota de una idea que surja; caminar un poco o cambiar por unos minutos de ambiente. Prueba la ventaja - si dispones de lugar para ello - de la lectura en contacto con la naturaleza, al aire libre. Recuerda que si estás en Azul, existe un bello Parque Municipal para hacer estas experiencias.
- Es importante tener una visión integral del libro, capítulo, fragmento, que vas a leer. Una recorrida previa por el índice, títulos, subtítulos, - según corresponda - facilita la lectura posterior. Al hacerlo, muchos estudiantes, van realizando un esquema del texto; suele ser una buena práctica. Si es un fragmento, trata de averiguar el contexto general de la obra. Cabe sumar a ésto, la necesidad de tener alguna noticia previa del autor.
- Cuando estés por dejar de leer, repasa, - aunque mas no sea mentalmente -, los aspectos que te han resultado significativos de la lectura; y trata de dejar puertas abiertas - mediante interrogantes, anotaciones, etc. - para continuar la lectura o para releer el texto.
Estas orientaciones, - que sabrás enriquecer con tu experiencia y el diálogo con tus compañeros de estudio- , pueden provocar interrogantes en vos; no dejes de hacerlos en los encuentros presenciales o en esta misma página a través de los comentarios a la entrada. Es también este lugar donde nos podemos ayudar contándonosnuestras experiencias, logros y dificultades con la lectura de textos.
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